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| Foto: Picapino |
Este año deberíamos haber repetido la operación del verano pasado. Lo que tiene comprar mesas de madera en grandes superficies de chichinabo, es que tooooodos los años tienes que darte una paliza interesante lijando y barnizando si no quieres dejarte los brazos pelados en cada cena veraniega a la luz de las estrellas. O cogerte cualquier tipo de intoxicación solo de mirarla con tanto poro y tanta guarrería que ni el nanax recién afilado puede sacar.
Pero este año... buf... qué pereza... Total, si cuando llegan las estrellas yo lo únio que quiero es irme a domir, sil vous plait.
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