jueves, 8 de diciembre de 2011

Las cosas hechas a mano toman vida en Barna


Érase una vez una yo que era bióloga. Una yo que trabajaba en ONG dándole al seso y al teclado rodeada de gente estupenda de la que te hace creer que el mundo un día va a comenzar a arreglarse en vez de estropearse. Una yo que iba a reuniones con un montón de papeles impresos y de deberes, que iba a congresos y que redactaba proyectos como churros. Una yo que era así desde que era yo.

Pero esa yo también miraba mogollón por la ventana en silencio (malo, malo...). Y le daba la turra a sus hermanos, padres y sobre todo novio, con que otra vida era posible. Una yo que estando sentada, sentía que se le iban los pies. Que no podía ver Madrileños por el mundo. Una yo que en muchas ocasiones se preguntaba la fatídica pregunta de "¿y qué #### hago yo aquí?"

Y sus amigas aprovechaban cualquier barbacoa en Rivas para comer churrasco y hablar y hablar. Y esa yo salía de esas reuniones con mogollón de carne con hilos entre los dientes (buag, ¡qué asco!) y con esa sensación de que es todo cuestión de tiempo porque la decisión estaba tomada. Que ya me conocía yo a esa yo... Cuidado con las amistades que elegís porque si te tocan unas tan increíbles como las mías te da la sensación de que el  mundo es pan comido...

Y esa yo dejó el medio ambiente para dedicarse a la carpintería...

Así que  ya no me cambio de ropa para trabajar. Así que ya no tengo horarios. Así que ya no tengo nómina. Así que ya no tengo compañeros de curro. Así que ya no tengo jefes. Así que ya no puedo ascender. Así que ya comparto carpetas de facturas con álbumes de fotos en el mismo ordenador. Así que ya decido a lo que me atrevo en mi trabajo. Así que ya me comen las ganas de hacer cosas. Así que ya me cago de miedo. Así que ya me ilusiono como nunca. Así que tengo miles de vacaciones o ninguna. Así que me peleo con Javi y me alegro con Javi. Así que todo huele a serrín. Así que ya no tengo aire acondicionado en mi puesto de trabajo. Así que. Así que. Así que.

Y cuando me viene el temblor de extremidades bajas en plan "¡¿pero qué he hecho?!", pues me paseo por blogs cargados de cosas preciosas y gente emprendedora (os podría nombrar muchos) que me pone las energías a tope. Y de historias como la de Festivalet, una feria especial que ha tenido lugar en Barcelona este finde pasado y que me hace decir "¡yo quiero, yo quiero, yo quiero!" Mirad qué video más chulo.

Y ahora, me pregunto esta yo, "¿y no podríamos, chicos emprendedores, hacer algo similar en Madrid?" No sé si os habéis dado cuenta pero ha comenzado la revolución de los pequeños empresarios... Y yo creo que los del Corte Inglés ahora mismo están en su casa pensando cómo luchar contra lo que se avecina, vecina...

7 comentarios:

  1. Si, sí y sí!! Hagámoslo pordiossss!! Cuenta conmigo (o con los 5 minutos que me sobran al día... )

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  2. Qué historia más familiar...
    El finde del 17/18 en Gijón tenemos el mercadillo LABshop con diseñadores y artistas independientes. Es más a pequeñita escala pero igualmente hay cosas muy chulas...Ahí compraré algunos regalos de navidad :)

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  3. JIMENA, te digo que me lo estoy pensando de verdad. Hay mucha gente con mucho talento en Madrid y alrededores. ¿Nos lo tomamos en serio? Ya sabes que cuando se me mete algo en la cabeza... Lo mismo si juntamos tus 5 min y mis 5 min es suficiente.

    LOLE, jajaja, así que tú también eres de las nuestras... ¡Cuéntanos tu historia! Oye, y haznos fotos de lo de Gijón, para que nos de mucha envidia y el año que viene también lo incluyamos en la ruta navideña. ¡Fíjate que no he estado nunca!

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  4. Genial Laura!
    O nos comemos el mundo o este mundo nos come!

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  5. Felicidades emprendedora! Así que a los del medio ambiente nos dejas por una temporada - quizás larga -... vaya, vaya.
    Pero este espíritu emprendedor tuyo Laurita, custodialo bien, que es de bien seguro una de esas joyas que tanto valor tienen!!
    Mucha carpintería y muchos festivaletes madrileños. Un besazo.

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  6. JORDI, ¡¡¡qué alegría verte por aquí!! Me ha hecho muchísima ilusión tu mensaje. De momento sí, voy a ver qué tal se me da esto de la madera que era una espinita que tenía clavada desde hace muuuucho tiempo. Mira, el destino me lo puso en bandeja. ¡¡Pero os echo de menos!! Seguiré fiel aliada del medioambiente, seguro. ¡No te creas que no tengo yo ideas para mezclar la carpintería con la custodia en el futuro! Ya verás cuando arranque esto un poco mejor... ¿Muebles de madera con sello custodia? Quien sabe...
    Te debo un mail, así que ya te cuento esta decisión personal más despacio.
    Besos!

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