miércoles, 29 de febrero de 2012

Un destornillador, creo

La carta de Javi de los Reyes de este año se suponía que estaba escrita en español, pero no entendí nada. Todo eran nombres de máquinas raras con especificaciones extrañas. Yo se lo dije muy claro: si quieres que desde Oriente te llegue un aparato/chisme de esos, asegúrate de poner todo bien clarito para que no haya dudas.Y de paso, la tienda donde los venden...

Repartí máquinas con familiares que me llamaban desesperados sobre qué regalarle. Todo un ejercicio de deletreo al teléfono... ¡Con lo fácil que es pedirse un polo! Y yo me decidí por un destornillador o algo así. Y con el churro del nombre escrito en un papel llegué a la tienda toda confiada, cuando el personal de turno me dijo que esa específicamente no existía y que tenía que elegir una similar de la nueva colección. Y elegir significaba decidir si la quería con percutor o no, con 12 o 14,4 v, con baterías o con enchufe a la red, compatible con vete tú a seber qué y con no sé qué maletín para algo que ahora mismo ni recuerdo. El comercial me desmontó en un segundo y medio. Teniendo en cuenta que cuando voy al Leroy Merlyn siempre quiero elegir los tornillos y las máquinas de nuestra caja de herramientas caseras por lo bonitos o feos que son... Lo único que se me ocurrió decirle cuando me enesñó el muestrario fue "¿y no los tienen en otra gama de colores?". He de decir que en estas tiendas, deben darles un cursillo de cómo tratar a familiares y al señor no se le movió ni un pelo de la calva ante semejante pregunta de premio Nobel.

Pero Javi tiene desde entonces el destornillador (o lo que sea) que quería y hoy me ha dicho que está super contento con el regalo, ya después de haberlo probado durante unos meses. Que funciona a las mil maravillas y que no lo elegiría en otro color aunque los hubieran tenido, jajaja.

2 comentarios:

  1. Hola
    Por si te sirve de algo te diré que el aparato en cuestión es una maquina estupenda. En mi anterior trabajo teníamos una de la misma marca pero con percutor, para poder hacer “abujeros” en las paredes. Quizá perdió un poco de potencia con los años o tal vez fueran manías mías, la cuestión es que en unos cinco años no tuvo reparación alguna. Eso si cara, carísima je je.
    Fina aviat

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    Respuestas
    1. Jajajaja, efectivamente es carísima, tú lo has dicho. Pero bueno, como es para hacer cosas chulas en la carpintería pues vamosa considerarlo una inversión y no un gasto, jejeje. Eso sí, ¡con lo contento que está ha merecido la pena!
      Un abrazo.

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