Lámina de Tutticonfetti |
Buceando el otro día por los miles de blogs de los que soy fan, alguien recomendó el trabajo de Tutti Confetti a los cibernautas. Entré, claro, que aquí una es una bien mandá, y como una Alicia atravesando un espejo hacia un País de las Maravillas, aterricé en un espacio extraño donde los ojos se me hicieron el doble de grandes y mis pulmones tuvieron que tomar aire extra aunque fuera de la boina de Madrid.
Javi y yo nos sentamos delante del ordenador y elegimos, en su tienda de Etsy, una lámina para el cuarto de Manuela (la que veis en la foto). Poco tiempo despúes recibía un mensaje de la artista en persona agradeciéndonos la compra, ¡qué detallazo! Yo le respondí que cuando colgara en el cuarto de nuestra hija le mandaría una foto para que la viera en su nueva casa. Y ella me contó que todas sus láminas tenían una historia detrás y que me pedía permiso para llamar a la gaviota de la ilustración Manuela como inspiración para su nuevo cuento.
Y yo dije que sí, con una ilusión tremenda. Y ella cogió todo (lámina +Manuela +ilusión +imaginación +letras +fantasía +vida, u otra combinación perfecta de elementos) y escribió un cuento que hoy me ha echo soltar una lagrimilla cuando he encendido el ordenador. Espero que a vosotros os guste tanto como a Javi y a mi porque nosotros estamos emocionaditos.
Y la pregunta es, ¿de verdad os vais a dejar convencer de que en este mundo hay mucha más gente maliciona que maravillosa? Si fuera así, la purpurina dorada no existiría y yo esta semana no podría brillar desde dentro más feliz que una perdiz.
Hola
ResponderEliminarMe ha parecido un cuento muy bonito que además pienso aplicar a mis propios sueños, con desearlos no basta. Pero lo que me ha hecho entrar a leer el cuento, no ha sido la ilustración, si no la ilusión i el cariño que se percibe en las frases del post. Si, todavia existen personas maravillosas.
Fins aviat
A ver si conseguimos esos sueños, ¿verdad? Ahora que sabemos el truco, nos será más fácil. Ya me contarás cuáles son los tuyos.
EliminarUn abrazo enorme.
Vayaaa, leí las historias cuando las recomendaron en el blog Con botas de agua. Me robaron el corazón. Ese sutil sentido del humor inteligente. Esas historias tiernas. El de Manuela me encantó, pero ahora (por casualidad--como suelen suceder estas cosas) al leer tu post me he emocionado. Es como si varios sentimientos encajaran.
ResponderEliminarUn beso
613materika